A través del término de Víznar discurre la Acequia de Aynadamar, bien de interés cultural de la Época Andalusí. Sus orígenes se remontan al s. XI. Lleva sus aguas desde Fuente Grande, cruzando el pueblo, en su camino hasta Granada donde antaño surtía de agua a los aljibes del Albaicín. Al amparo de la fuerza motriz del agua, funcionó una Fábrica de Tejidos desde principios de s. XX hasta los años sesenta. Es uno de los ejemplos del Patrimonio Industrial Granadino. Entre la cadena de ingenios hidráulicos que jalonan la Acequia de Aynadamar en su transcurso por Víznar, destacamos el Molino de la Venta, datado en el s. XV. Hoy está dedicado a las funciones del Museo Etnográfico Local. Por gozar de un amable clima se levantó a finales de s. XVIII un magnífico conjunto conocido como El Palacio del Cuzco. Mandado construir como residencia estival por el Arzobispo Moscoso, es un claro ejemplo de construcción neoclásica por sus jardines y la decoración de sus fachadas al estilo mural destacando una gran arcada decorada con escenas del Quijote. Junto a este Palacio se encuentra la Iglesia Nuestra Señora del Pilar de Víznar se comenzó a construir en 1.530, aposentándose posiblemente sobre la antigua mezquita. Destaca por su armadura mudéjar y por una valiosa colección de obras de arte renacentistas y barrocas. En una de las plazuelas del municipio hay una Ermita dedicada a la Virgen de Fátima, que fue antiguo cementerio y desde el año 1925 proyecto para albergar la imagen  de esta advocación mariana.

El Parque Natural Sierra de Huétor, del que Víznar es puerta natural es un conjunto de sierras de media altura donde se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas. En ellas, el agua se filtra hasta las entrañas de la montaña originando galerías y cuevas donde se acumula, como ocurre en la conocida Cueva del Agua, emanando posteriormente en forma de manantiales. Pinares, encinares, quejigales, zonas de matorral y bosques de ribera componen un valioso mosaico donde encuentran abrigo gran variedad de especies, muchas de ellas de un gran interés de conservación, como raros endemismos botánicos o especies emblemáticas y amenazadas como la cabra montés o el águila real.

Vestigio de la historia reciente son las numerosas trincheras construidas durante la Guerra Civil española, auténticos miradores naturales desde donde se divisan las mejores panorámicas de este espacio. Otras dos zonas de gran relevancia histórica son el Paraje de la Colonia y el Barranco de Víznar, lugares de la Memoria Histórica de Andalucía. El primero es un antiguo molino en  el que Federico García Lorca pasó sus últimos momentos de vida antes de ser asesinado y el segundo lugar donde se cree pueden descansar los restos del poeta junto con otros muchos fusilados de la Guerra Civil.